El Convenio de Estambul se centra en la detección, prevención y lucha contra cualquier forma de violencia sobre la mujer, desde el maltrato a manos de su pareja o expareja hasta el matrimonio forzoso, mutilación genital o la trata con fines de explotación, comprometiéndose el Estado que lo ratifica a adoptar todas las medidas legislativas, punitivas, de información y sensibilización necesarias para perseguir dichos delitos y proteger a las víctimas.
España ratificó el convenio el pasado mes de abril, comprometiéndose, entre otras medidas, a la persecución internacional de la mutilación genital femenina cuando la haya cometido un español o residente habitual en el país sobre una víctima que cumpla una de estas características, sin que sus restricciones de la justicia universal puedan ser impedimento.
A su vez, adoptará las medidas necesarias para que la persecución por razón de género sea tenida en cuenta como causa para obtener asilo o protección subsidiaria. España sólo ha concedido la protección por motivo de género en una sola ocasión, se trataba de una víctima de trata.