Manuel Fernández Castiñeiras, autor confeso del hurto del Códice Calixtino en la Catedral de Santiago de Compostela, se encuentra hospitalizado desde este jueves y su estado obliga a suspender la vista oral prevista contra él a partir de este jueves en los juzgados de lo penal de Santiago por haber, presuntamente, robado la correspondencia privada de sus vecinos durante años.
El ex electricista de la Catedral tenía que presentarse a las 9.30 horas, pero en el Juzgado se recibió una notificación de ingreso en Urgencias en un centro hospitalario a primera hora de la mañana. Posteriormente, se pudo saber que está previsto que en las próximas horas recibirá el alta médica aunque la jueza optó por suspender el juicio.
Hasta el momento, se desconoce la fecha en la que se celebrará de nuevo el juicio, pero ésta deberá tener en cuenta la nueva cita judicial de Fernández Castiñeiras, ya que a partir del próximo día 19 de enero está previsto en otro juzgado compostelano el juicio por el robo del Códice Calixtino.
En el juicio finalmente suspendido este jueves está acusado de 162 delitos contra la intimidad por presuntamente haber robado todo tipo de correo postal a sus vecinos de Ames, localidad en la que residía y en la que en el año 2012 fue localizado el Códice. El fiscal pide que sea condenado a 18 meses de prisión por cada uno de los delitos, esto es, le solicita una pena de 243 años de prisión.
El fiscal también le pide una multa de 15 meses con una cuota diaria de 30 euros y una indemnización por los daños morales de 1.000 euros para 19 de las presuntas víctimas, a las que robó todo tipo de documentación, incluso pruebas médicas que podría suponer una multa de dos millones de euros.
Fuentes judiciales han matizado que a pesar de que el acusado se enfrenta a 243 años de cárcel, en caso de que la jueza le imponga la condena que pide el fiscal no cumpliría más de cuatro años y medio ya que el Código Penal recoge que la pena máxima a cumplir en estos casos será el triple de la pena mayor, esto es, el triple de 18 meses.