El Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid, que investiga las diligencias del caso de la niña que fue exorcizada hasta en trece ocasiones cuando era menor y que intentó suicidarse tras ser sometida a los rituales, ha ordenado la imputación del sacerdote y exorcista de Valladolid con iniciales J.H.S y el catequista de la joven, J.C.S.V., con el objetivo de tomarles declaración sobre lo ocurrido.
La decisión se ha producido después de que la magistrada que instruye las diligencias, la Fiscalía y la acusación popular escuchasen los testimonios de los padres de la joven y de la profesora de Religión, B.R.M.G., que ejerció de conexión junto al catequista de la niña entre la familia, la diócesis de Burgos y el exorcista de Valladolid, según una información publicada este martes por Diario de Burgos recogida por Europa Press.
Sí se mostró contrario al número de medicamentos que le habían prescrito. Las mismas fuentes citan que la declaración de los progenitores de la entonces menor queda patente que el exorcista era sabedor de que la joven estaba bajo tratamiento médico y que incluso tuvo acceso al historial clínico y tratamiento de la menor. Asimismo, señalan que el sacerdote aseguró a la familia que sus métodos no interferirían en el tratamiento médico de la joven, aunque aclaran que sí se mostró contrario al número de medicamentos que le habían prescrito.
También señalan al catequista como vínculo entre la diócesis de Burgos y el exorcista de Valladolid y lo sitúan en todos los rituales que se celebraron en la capital vallisoletana. La investigación se inició después de la denuncia de la joven en agosto de 2014 por los posibles delitos de violencia de género, lesiones y maltrato familiar, a consecuencia de los rituales a los que se la sometió durante meses. Las diligencias previas se abrieron una vez analizado el relato de la niña ante la Policía Nacional y leídas las declaraciones de los padres ante los agentes.